09 mayo 2012

Cuando la banca toca la lira de Nerón

Joan Pau Inarejos
Este es el cuadro: mientras cunde la angustia en hogares y empresas, la publicidad bancaria insiste con un mundo de ventanas, sonrisas de bebés y jóvenes idealistas. El dinero no llega a ninguna parte, pero de todas partes salen suaves voces en off que nos hablan de un futuro dorado. Cuántos anuncios nos erizan el vello, cuántas bandas sonoras tocan nuestra fibra más humanista, hasta que aparece el logotipo financiero, como un puñetazo en el ojo, y nos amarga el día. En este concierto de lira de Nerón, un hilo musical non stop, no faltan las notas del BBVA, que nos conmina a ir “adelante” sin que sepamos exactamente adónde. O CatalunyaCaixa, que, a punto de ser absorbida por una gran entidad española -o eso dicen-, nos deleita con un muestrario sentimental de la catalanidad y termina halagando nuestro carácter estalviador, como una despedida encubierta a lo Verdaguer (“dolça Catalunya, qui de tu s’allunya, d’insolvència es mor”). Por no citar el Banc Sabadell, que vende experiencias vitales en blanco y negro para colar hipotecas 2.0. Pero el colmo de la publicidad engañosa lo ha perpetrado Bankia, que hasta ayer seguía proclamando aquello de “Hemos abierto una cuenta al futuro”. Una frase bella y sugerente, escrita entre los mostradores que Rodrigo Rato pintó de verde lima. Lástima que, afuera, el futuro se había quedado en el paro.

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