19 mayo 2012
Capital erótico
Joan Pau Inarejos
Una lástima. Lo que
prometía ser la exposición de una tesis certera y poco estudiada (el capital erótico como una
clave social básica) resulta ser una apología impresentable de la prostitución
femenina. El evidente componente corporal, sensual y erótico de las relaciones
sociales y económicas merecía un análisis mucho más fino y transversal que el
que nos propone el célebre ensayo de la socióloga Catherine Hakim, que apenas
va más allá del elogio de las armas de
mujer, y cuyas páginas rezuman un pringoso femi-machismo de clase alta.
Pese a todo, se
pueden coger con pinzas algunas reflexiones más o menos acertadas como ésta:
Catherine Hakim
La teoría feminista establece a menudo una dicotomía falsa: o se valora a
las mujeres por su capital humano (inteligencia, educación, experiencia laboral
y dedicación a su carrera), o se las valora por su capital erótico (belleza,
elegancia física, estilo de vestir, gracia y encanto). No se alienta a las
mujeres a hacer ambas cosas (…). El feminismo puritano anglosajón se siente
profundamente a disgusto con la sexualidad y la enmarca en una perspectiva de
un negativismo implacable. El concepto de capital erótico le resulta, por
tanto, antipático, y no concibe que pueda ser una baza para las mujeres, no una
trampa en que la esclava se pone voluntariamente las cadenas.
Capital erótico (2011)
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