Asegura Zizek que en las sociedades occidentales hay una creciente propensión a demonizar lo que él llama las acciones políticas como "Mal radical". El ideal occidental es la quietud y el statu quo multicultural, de modo que siempre se afanan en aislar los actos violentos y terroristas como puros brotes irracionales, sin raíces sociales ni religiosas, que deben ser excluidos a priori. Primero, que acabe la violencia; luego negociamos. ¿Sentido común o dogma moderno?
SLAVOJ ZIZEK
[Dicen los judíos: "Para que empiecen las conversaciones, el terrorismo debe terminar"]. El horror a los excesos "irracionales" de los atentados suicidas, el gasto puro, lo no-negociable... Lo que realmente está en juego, sin embargo, es la vuelta a la normalidad: si los "terroristas" dejasen de cometer sus actos y por tanto la presión disminuyese, podríamos relajarnos, respirar tranquilos y seguir como siempre. Élisabeth Roudinesco escribe que "Por ahora el único apocalipsis que parece amenazar a la sociedad occidental (y también al Islam) es el fundamentalismo islámico radical con una disposición hacia el terrorismo" (...).
Lo que hace que esta afirmación sea problemática no es sólo su muy "políticamente correcta" distinción entre el fundamentalismo islámico y el Islam, que también está amenazado por aquel: de la misma manera, Bush, Blair e incluso Sharon nunca se olvidam de elogiar al Islam como una gran religión de amor y tolerancia que no tiene nada que ver con horrorosos actos terroristas.
Poniéndolo en términos kantianos, el predicado "islámico" proporciona una falsa "esquematización" (...). En hegeliano: la vredad de tal determinación reflexiva ("el terror islámico") es su inversión inherente e inevitable hacia una reflexión determinada: "el Islam terrorista", esto es, el terrorismo como constitutivo de la propia identidad del Islam. Sin embargo, lo que hace que la afirmación de Roudinesco sea verdaderamente problemática es su apoyo a la lógica liberal que eleva el rechazo al terrorismo como una especie de a priori trascendental: primero eso, y solo entonces podemos negociar... (o, en los términos de Ernesto Laclau, el "terrorismo" tiene que ser excluido para que pueda tener lugar el agonismo de la lucha política democrática) (...).
SLAVOJ ZIZEK, 'IRAK. LA TETERA PRESTADA' (2004)
No hay comentarios:
Publicar un comentario