29 julio 2012
Batman tampoco nos saca de la crisis
per JOAN PAU INAREJOS
Nota: 6
Hombre, puestos a modernizar la franquicia, Batman se podría
haber puesto al lado de los revolucionarios, zurrar a los especuladores en Wall
Street o volar hacia los barrios populares para impedir deshaucios con sus gadgets infalibles. En vez de eso, el
caballero oscuro vuelve a salvar a la policía frente al pueblo, esto es, frente
las hordas anarquistas azuzadas por un terrorista enmascarado que aboga por “dar
el poder a la gente”. Peligroso reparto de papeles.
Sin duda, las bazas de Cristopher Nolan vuelven a estar en las
escenas de acción, empezando por el apabullante prólogo en las alturas. Con sus
planos vertiginosos, su banda sonora retumbante y su gusto por el barroquismo narrativo,
el estilo Nolan se deja ver con fuerza en las persecuciones sobre el asfalto,
en el apoteósico atentado sobre el estadio de rugby, o en su soberbia gestión
de las multitudes y los paisajes urbanos preñados de tensión (a las maravillas
de ‘Origen’ me remito).
Por lo demás, aquí hay mucha morralla y poco Batman. De
entrada, mucho, mucho tópico sobre el héroe retirado que siente la llamada de
la misión y se cruza con una mujer fatal que será más tierna de lo que parece
(innecesaria tercera vida para Catwoman; el traje ya está muy gastado tras
Michelle Pfeiffer y Halle Berry, aunque esta vez Anne Hathaway lo lleve con más
ambigüedad y desmelene). Mucho rollo marcial, 100% Nolan, acerca del héroe
sufriente que se curte en las profundidades cavernarias. Mucha retórica sin épica. Mucho villano enmascarado y pocas, muy pocas sorpresas.
Transitando por tres horas farragosas, uno acaba viendo
espejismos, como, qué se yo, una fantasiosa reaparición del Pingüno con las
facciones de Philip Seymour Hoffman -¡qué gran fichaje si hubiera sido cierto!-,
pero, ya se sabe, en la epopeya de autor ya no se llevan las monstruosidades
góticas, sino esa austeridad violenta y deprimente, que nos hace preguntarnos
incluso si queremos a un superhéroe de los viejos cómics americanos volando
sobre nuestras cabezas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario