16 abril 2012

El cine, ¿la nueva super-realidad?

 Joan Pau Inarejos
En los años 20, los surrealistas quisieron superar la realidad tangible con el reino de lo onírico. Un reino mucho más amplio y verdadero (surrealismo: por encima de la realidad) que el breve e incompleto mundo empírico. Pues bien, si tiene razón Vicente Luis Mora (‘El lectoespectador’) al considerar el ciberespacio como el nuevo ‘inconsciente colectivo’, entonces el cine y todos sus sucedáneos digitales vendrían a ser los nuevos creadores de la super-realidad o hiperrealidad. En este planeta de la ficción pixelada no hay dolor ni caducidad, sino avatares brillantes y atléticos que vuelan por encima de la prima de riesgo. De los propósitos del nuevo cine nos habla Àngel Quintana.

Àngel Quintana
Después del cine (2012)

Jean Baudrillard consideraba que lo virtual ha trascendido la relación establecida con el medio informático para instalarse en el mundo social y empezar a afectar a las relaciones humanas. A mediados de los noventa, el pensador francés anunció que la realidad había sido exterminada mediante la ejecución de un crimen perfecto que abrió las puertas al apogeo de lo virtual. La realidad para Baudrillard es un mundo permanentemente escenificado en que la proliferación de pantallas no hace más que crear auténticos trompe-l’oeil –‘trampantojos’-, hasta generar nuevas experiencias entendidas como la manifestación de una hiperrealidad que ha suplantado los procesos sensibles.

Los dos sueños hechos realidad en ‘Jurassic Park’, el de la criatura prehistórica y el del parque temático, pueden ser reveladores de cómo el sueño de la posible creación de imágenes capaces de vencer a la muerte no ha cesado de actualizarse en los dominios de la narrativa contemporánea hasta adquirir formas cada vez más completas (…). Este mito debería desembocar en el mito de lo que llamó realismo integral, es decir, en la disolución de la pantalla por un mundo virtual (…). La inteligencia artificial que se había enseñoreado de lo humano abría el camino hacia una nueva etapa en la transición del ser humano, una idea evolutiva cercana al superhombre prefigurado por Friedrich Nietzsche. Resulta curioso ver cómo ese sentimiento crítico contra el ordenador tenía su contrapunto en el uso que la película de Kubrick [2001] hacía de los gráficos informáticos como elemento estético y narrativo.

Àngel Quintana
Después del cine (2012)

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