18 abril 2007

Tristezas de azúcar

Algo chapoteaba en las charcas de afuera, y pensé que eras tú, que hoy era ayer y que toda la música del mediodía blanco volvía a hacer vericuetos por el césped. Pensé que las abejas habían vuelto, que las moras renacían en las zarzas antiguas.
Pero no era más que un ángel viejo y alicaído, estrellado en una tarde de tormenta. Mientras gime su ancianidad y se ahoga con las plumas rotas no puedo más que odiar la lluvia, el viento, el aire gris y la tormenta que ha hecho trizas todas las esperanzas.
Decidle que aquí estoy sin palabras verdaderas.
Amor, languideces en mis brazos y te apagas, no huyas por el aire nocturno. Me quedo a solas y pienso dónde andará tu tristeza de azúcar vagando por las paredes indiferentes.
Te dibujo día y noche, me despisto y ya estoy caracoleando tus ojos de coral: amor, me paso el día inventándote de nuevo.

JOAN PAU INAREJOS, ABRIL 2004

La presó
Pujo a les escales mecàniques de la parada Universitat i faig el recorregut de cada dia. Penso que la ciutat cada cop és més útil i econòmica. Però ens priva de moltes coses: el passeig, la tombarella, la pèrdua, l'atzar, la gratuïtat, l'oració silenciosa entre els arbres. La ciutat és una presó: mai podríem fugir-ne a peu.

JOAN PAU INAREJOS, 2003 (aprox)

3 comentarios:

Joan Pau Inarejos dijo...

què bonic¡¡¡¡

Joan Pau Inarejos dijo...

era jo, la mama...

Judith Argila dijo...

si...

jo reconec que la segona part és possiblement la lírica que més m'ha impressionat de tota la obra inarejiana... Té una fermesa diferent.