JOSÉ ANTONIO MARINA, ‘TEORÍA DE LA INTELIGENCIA CREADORA’
El bebé es crédulo y adivino. Crédulo porque admite sin reticencias que lo que la madre dice tiene un significado, aunque todavía no lo entienda. Esta creencia, a la que podríamos llamar ‘a priori’ de la significación, ha de ser innata, porque, ¿cómo podríamos explicar la niño que lo que decimos debe aprenderlo, comprenderlo y usarlo? Necesitaríamos de un lenguaje para enseñar el lenguaje, y así llegaríamos al infinito.
“Visito una tribu sin intérprete, y uno de sus miembros me enseña; en un estado semejante de indefensión se encuentra el bebé”
Es adivino, porque hace falta serlo para entender lo que un adulto dice (…). Vamos a ponernos en el caso del niño para percatarnos de su genialidad. Visito una tribu desconocida, sin intérprete, y uno de sus miembros se encarga de enseñarme su lenguaje. Poco más o menos, en un estado semejante de indefensión se encuentra el bebé.
Mientras el indígena y yo paseamos por los alrededores del poblado, espantamos a un conejo que se escabulle veloz entre los matorrales. El buen salvaje señala al conejo y grita algo confuso que yo entiendo como “gnukà”, pongamos por caso. ¿Qué ha querido decir? ¿De qué ha hecho la definición ostensiva? Tengo que adivinar que ese ruido, que por de pronto supongo que tiene un significado, y no es un eructo, un taco o una expresión automática de sorpresa, significa cualquiera de estas cosas: conejo, lo hemos espantado, corre, ¡qué divertido!, está asustado, animal, comestible, me lo comería ahora mismo, ser vivo, color gris, piel buena para hacerse un sombrero, regalo de los dioses, pequeño dios de las llanuras secas, o simplemente, ¡mira!
Supongo que significa “conejo”, de manera que cuando al volver al poblado veo que están preparando un conejo para guisarlo, digo muy ufano “gnukà”. Mi profesor se ríe a carcajadas y niega con la cabeza. ¿Qué quiere decir con ese gesto? Se me ocurren varias posibilidades: he pronunciado mal la palabra, y eso le divierte, he pronunciado bien la palabra y eso le sorprende, “gnukà” no significa conejo, o, tal vez significa conejo vivo, pero no conejo muerto. Tal vez todos los animales reciben otro nombre mientras están siendo guisados.
“Esta endiablada operación de adivinar, hacer hipótesis, comprobarlas, corregirlas, es la que el niño realiza con increíble soltura”
Pues bien, esta endiablada operación de adivinar, hacer hipótesis, comprobarlas, corregirlas, es la que el niño realiza con increíble soltura a partir de su primer año de vida. Hay muchas razones para que los adultos sintamos complejo de inferioridad.
JOSÉ ANTONIO MARINA, ‘TEORÍA DE LA INTELIGENCIA CREADORA’, 1993
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