02 marzo 2012

EL MUNDO BAJO LOS PÁRPADOS


El mundo bajo los párpados
Jacobo Siruela (2010)

LOS SUEÑOS Y LA FÍSICA CUÁNTICA
 “Los sueños son tan delicados que no soportan la observación, como las partículas subatómicas; ambos son estados energéticos de la vida”

Estas experiencias demostraron a Ouspenki que los sueños son tan delicados que “no soportan la observación”. La observación los transforma. Al comparar sus visiones nocturnas y analizarlas, comprobó que los sueños sufrían sutiles mutaciones siguiendo los dictados de la voluntad. En este sentido, es interesante observar cómo tan sólo dos décadas más tarde, las investigaciones de la física cuántica hallarían en las partículas microscópicas la misma ley, esta vez aplicada a la realidad subatómica (…)

Como han demostrado diferentes experimentos, la doble naturaleza de la materia atómica, su perpetuo y misterioso tránsito del estado ondulatorio (energético) al estado corpuscular (material), no le deja más opción al observador que la de formular estadísticas (…). La física cuántica nos plantea, por tanto, la siguiente paradoja: cuanto más profundizamos en los secretos de los mundos subatómicos de la materia, más indeterminada e inmaterial, por decirlo así, se vuelve. En cierto sentido, Jung había traspasado esas mismas fronteras en el terreno psicológico. La esencia de lo inconsciente también era una realidad indeterminada (…). Los sueños y las partículas son estados energéticos de la vida. El problema radica en saber cuál es el nexo entre la mente y la materia (…).

No deja de ser enormemente contradictorio que después de la teoría de la relatividad –donde espacio y tiempo no son valores absolutos sino relativos-, de la teoría cuántica –que ha despojado de sustancia y causalidad a la materia- y la teoría vibracional de cuerdas –que atribuye al mundo corpuscular hasta once dimensiones-, cuando se especula si los agujeros negros son puertas dimensionales a universos paralelos, aún sigamos tan apegados mentalmente a la vieja idea ilustrada de reducir toda nuestra realidad existencial a las cuatro dimensiones espacio-temporales del cuerpo visible.

LOS SUEÑOS PRECOGNITIVOS
 “Nadie viaja al futuro en los sueños; lo que sucede es que se conecta con otra dimensión del tiempo en la que todo se halla presente”


Aquello que se vive primero en sueños, ¿es realmente algo futuro o algo que se hace incomprensiblemente presente? Quizá nada ni nadie, realmente, viajen al futuro, y lo que sucede es que se conecta con otra dimensión del tiempo en la que todo se halla presente. Así lo entendió San Agustín en el libro XI de sus ‘Confesiones’: no se ven las cosas futuras, dijo “a los más sus causas o signos, que existen ya” pues esas prefiguraciones oníricas no vienen del futuro, son cosas presentes que sólo existen en el alma de quien predice lo futuro. Mediante la memoria y la precognición, la psique es el único punto en donde el pasado y el futuro confluyen y se hacen presentes (…) [no se] refiere a un tiempo cuantitativo, sino cualitativo, a un tiempo que podríamos denominar ontológico. En esa cualidad temporal, el onirismo que atestigua el hecho anticipado sería como la salpicadura de una gota de agua que, emergiendo eventualmente en el aire, cae de nuevo en el océano –el instante eterno- para fundirse en su seno: este sueño sería esa gota minúscula, que, como la rosa de Silesius, “es sin porqué”.

LAS PESADILLAS
 “Es una lástima que no exista una Historia de la Pesadilla; allí veríamos todo lo que hemos ido escondiendo”

El miedo es indisociable del monstruo, porque el monstruo constituye su reflejo exacto en la imaginación. Es una verdadera lástima que no exista en el campo de las humanidades una exhaustiva y erudita Historia de la Pesadilla, para ver desfilar por ella toda la infinita variedad de miedos y ansiedades que han desgarrado el alma humana a lo largo de los siglos. Allí veríamos todo lo que hemos ido escondiendo; lo que cada siglo ha reprimido y ocultado de la vista del mundo.

LOS SUEÑOS Y LA HISTORIA
“Los sueños no son sólo consecuencia de la historia, sino que llegan a desempeñar un papel activoen el acontecer histórico”

Los sueños no son sólo la consecuencia de una determinada causa histórica (…) sino que a veces siguen caminos tan inesperados y contundentes que incluso llegan a desempeñar un papel realmente activo en el curso del acontecer histórico (…) ¿Qué habríamos descubierto si se hubiesen contrastado y analizado convenientemente una considerable cantidad de datos histórico-oníricos de la misma forma que se han clasificado y estudiado de modo sistemático las distintas materias de las especialidades académicas? Nunca lo sabremos. Pero, al menos, hemos tomado consciencia, aunque de forma fugaz y perecedera, de que a la historia de los hombres despiertos le falta, como clamaba Lichtenberg, una historia de los hombres que duermen (…). Así pues, imbuido en esta seca visión de las cosas, el ser humano resulta perfectamente irrisorio; pues, a pesar de toda su hiperconciencia a cuestas y su labrada coraza de escepticismo, el hombre suele estar dispuesto a creer en cualquier cosa, salvo en la verdad.

HORROR VACUI
Se puede pensar que soñar es abrazar la nada cada noche, pero el marqués experimentaba lo contrario: despertar en un flujo onírico permanente

Se puede pensar que la inquietante idea de abrazar cada noche la nada al empezar a dormir podía tener para él cierto cariz angustioso que lo empujaba inconscientemente a intentar apartar de sí el horror vacui, pero nada de eso parece cruzar por la mente del marqués (…). No encuentra en su memoria ninguna sensación de ausencia, sino todo lo contrario: su experiencia siempre le conduce a la misma impresión de despertar en el seno de un flujo onírico permanente, como si el sueño fuera una corriente continua, igual a un río silencioso que fluye sin descanso bajo los párpados (…).

LOS SUEÑOS Y LOS INSTRUMENTOS
“Practicar el sueño lúcido afina la experiencia onírica como si se tratara de un instrumento musical”

Según Aurobindo, practicar el sueño lúcido afina la experiencia onírica, como si se tratara de un instrumento musical. Los sueños de hacen cada vez más nítidos a medida que la conciencia se encuentra más presente en las escenas oníricas (…). Podemos llegar a sentirnos muy atraídos por los esplendores de este mundo interior, dice Aurobindo, hasta el punto de preferirlo al mundo externo, pero ése es precisamente su gran peligro.

EL SUEÑO DEL CIENTÍFICO
“Sobre el altar se ve un embrión en su envoltura mitad blanca, mitada negra; ‘’Quién eres tú?’ ‘Tú mismo’”

Según refiere Saint-Denys, este científico, después de haber plasmado en su diario, poco antes de ir a dormir, sus preocupaciones existenciales, soñó primero, que se encontraba flotando en el infinito espacio del cosmos. Luego, cambia la escena, y se ve transportado al interior de un templo milenario (…). Sobre el altar ve un embrión agitándose en su envoltorio transparente, como si luchara para romperlo y tratase de salir. La envoltura tiene forma mitad blanca, mitad negra. Lleno de curiosidad, extiende el brazo para tocarlo, pero antes se rompe la cáscara y sale un niño (…). Entonces pregunta con ansiedad al niño: “¿Quién eres?”. Sus ojos brillan en la oscuridad (…). “Tú mismo”, responde el niño. Aunque en ese momento no está entendiendo del todo el significado de esta respuesta, tiene el extraño convencimiento de que todo lo que está viendo y escuchando es la verdad: él es su otra parte.

El mundo bajo los párpados
Jacobo Siruela (2010)

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