19 marzo 2012
BORGES DIXIT
Breves pasajes de
Jorge Luis Borges
cuento ‘Abenjacán el bojarí,
muerto en su laberinto’ en ‘El Aleph’ (1949)
Dunraven, versado en obras policiales, pensó que la solución
del misterio siempre es inferior al misterio. El misterio participa de lo
sobrenatural y aun de lo divino; la solución, del juego de manos.
Un día o una noche -entre mis días y mis noches ¿qué
diferencia cabe?- soñé que en el piso de la cárcel había un grano de arena.
Volví a dormir; soñé que los granos de arena eran tres. Fueron, así,
multiplicándose hasta colmar la cárcel, y yo moría bajo ese hemisferio de
arena. Comprendí que estaba soñando: con un vasto esfuerzo me desperté. El
despertar fue inútil: la innumerable arena me sofocaba. Alguien me dijo:
"No has despertado a la vigilia, sino a un sueño anterior. Ese sueño está
dentro de otro, y así hasta lo infinito, que es el número de los granos de
arena. El camino que habrás de desandar es interminable, y morirás antes de
haber despertado realmente”.
Cuento ‘La escritura del
dios’ en ‘El Aleph’ (1949)
Además, le exigían maravillas y la maravilla es acaso
incomunicable: la luna de Bengala no es igual a la luna del Yemen, pero se deja
describir con las mismas voces.
CUENTO 'LA BUSCA DE
AVERROES' EN 'EL ALEPH' (1949)
En los velorios, el progreso de la corrupción hace que el
muerto recupere sus caras anteriores. En alguna etapa de la confusa noche del
seis, Teodelina Villar fue mágicamente lo que fue hace veinte años (...) Rígida
entre las flores la dejé, perfeccionando su desdén por la muerte.
CUENTO 'EL ZAHIR' EN 'EL
ALEPH' (1949)
Para perderse en Dios, los sufíes repiten su propio nombre o
los noventa y nueve nombres divinos hasta que éstos ya nada quieren decir. Yo
anhelo recorrer esa senda. Quizá yo acabe por gastar el Zahir a fuerza de
pensarlo y de repensarlo, quizá detrás de la moneda esté Dios.
CUENTO 'EL ZAHIR' EN 'EL
ALEPH' (1949)
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