21 julio 2011

La Virgen falsa

 
JOAN PAU INAREJOS
He aquí una rareza iconográfica que nos sorpende leyendo 'El ojo místico' (1995), un ensayo sobre el barroco religioso del profesor Víctor I. Stoichita. Nada menos que la Virgen María aparece aquí convulsionada, tapándose los ojos como si estuviera deslumbrada, con los mantos erizados y huyendo a la guisa de un demonio exorcizado ante la llegada de un beato. Es 'San Pedro Mártir desenmascarando la falsa Virgen' del pintor Filippo Abbiati (1700). ¿Una Virgen falsa, impostora? Parece una herejía, o una provocación iconoclasta, pero en realidad, de este modo casi cómico, el cuadro refleja una inquietud real de la cúpula eclesiástica de la época; la necesidad de discernir las visiones verdaderas de las fraudulentas, para evitar que cualquier insensato con alucinaciones pasara por místico clarividente. A San Pedro le toca, pues, ejercer como detective del más allá. Para mayor rigor, ahí van las explicaciones del profesor:

VICTOR I. STOICHITA
Un problema que obsesionó sobre todo en el Medievo tardío es el de las falsas visiones. Jean Gerson elaboró incluso, en su 'Distinctione Verarum Visionum a Falsis' (1401), una verdadera técnica de visiones impuras, que atribuyó al frenesí, a la manía o a la melancolía. Pese a una codificación de leyes estrictas del "discernimiento del espíritu", los peligros de la ficta visio siguen siendo uno de los mayores problemas de la experiencia mística. Textos importantes de la espiritualidad católica de los siglos XVI y XVII nos hablan de ella, y la conclusión más evidente que se puede sacar es la siguiente: "No existe visión que sea completamente cierta". Por esta razón, es preciso, a ser posible, resistir a la visión, intentar alejarla y rechazarla, como si fuera una broma de la imaginación. Las actas de la Inquisición rebosan de confesiones sobre este fenómeno y, por otra parte, la pintura trata del tema del rechazo de la falsa visión en cuadros que producen un vuelco dramático de la iconografía tradicional de la visión infusa.

Victor I.  Stoichita, 'El ojo místico. Pintura y visión religiosa en el Siglo de Oro español', 1995

2 comentarios:

Sílvia dijo...

600 anys després, el frenesí, la manía i la melancolia han quedat substituits per LSD, cocaina i tripis, xD.

Curiós...

Sílvia dijo...

600 anys després, el frenesí, la manía i la melancolia han quedat substituits per LSD, cocaina i tripis, xD.

Curiós...