29 agosto 2012
Perfecto peninsular
Gabriel Magalhâes
“Perfecto no es un verdadero
castellano, ni un verdadero mallorquín, ni un verdadero portugués, sino esa
cosa maravillosamente falsa que es un europeo culto”
Entre España y Portugal existe una bendita tierra de nadie, en la que
parece que no pasa nada y al mismo tiempo están ocurriendo muchas cosas. Vistas
de lejos, las relaciones entre los dos países son un hecho sonámbulo: el mutuo
ignorarse de dos pasajeros en el metro, dos tipos muy de perfil que no se
conocen de ninguna parte (…). La obsesión por la identidad nacional suele
borrar la memoria de la relación peninsular (…). Un país es un sistema de
olvidos que pretende salvar, únicamente, su propio recuerdo. No obstante, yo no
querría que se evaporara la huella de uno de los insignes personajes que han
estudiado –y también animado- este diálogo peninsular: Perfecto Cuadrado,
profesor de la Unversitat de les Illes Balears (…). Y los hombres bisagra hacen
falta, en un tiempo en el que cada europeo siente la tentación de regresar a su
caverna. Resulta algo extraño que se haya tumbado el muro de Berlín para
reconstruir una muralla entre el norte y el sur: después de la cortina de
acero, regresan los visillos pueblerinos de la mutua desconfianza. Perfecto no
es un verdadero castellano, ni un verdadero mallorquín, ni un verdadero
portugués, sino esa cosa maravillosamente falsa que es un europeo culto. Y el
pegamento de Europa, en el futuro, tendrá que ser cultural.
‘La Vanguardia’, 29
agosto 2012 Artículo 'Perfecto peninsular'
Foto: UIB.es
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