07 noviembre 2011
La sabiduría, sentada en la puerta de casa
Radiante e inmarcesible es la sabiduría; fácilmente la
ven los que la aman y la encuentran los que la buscan. Se anticipa a darse a
conocer a los que la desean. Quien temprano la busca no se fatigará, pues a su
puerta la hallará sentada. Pensar en ella es prudencia consumada, y quien vela
por ella pronto se verá sin afanes. Ella misma busca por todas partes a los que
son signos de ella; en los caminos se les muestra benévola y les sale al
encuentro en todos sus pensamientos.
Sabiduría 6,
12-16 (Biblia)
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