07 agosto 2011
Las perlas de la ruta del Foix (Penedès)
Más allá de sus legendarias viñas y espumosidades, en las tierras del Penedès nos aguardan algunas rutas empedradas de pequeñas sorpresas, como el itinerario que sigue, de sur a norte, el curso del río Foix. Nuestro viaje empieza en ruinas.
BELLVEI
Escondido y en estado de abandono, con sus medievales carnes plagadas de grafitis y tatuajes varios, se encuentra el Mas de la Muga, un conjunto situado en las afueras del municipio de Bellvei, cuyos caballerescos torreones apuntados responden a un lifting fantasioso del siglo XIX, sobre unos restos medievales del siglo XI. Es decir, una bella mentira en ruinas.
L'ARBOÇ
No, no nos hemos ido a Sevilla. En realidad, esta instantánea nada tiene que ver con la Giralda auténtica, sino con una réplica, una de las mejores del mundo, al decir de los entendidos, de la archifamosa torre andalusí, construida a finales del siglo XIX en el pueblo de L'Arboç a escala 1:2 -es decir, justo la mitad del monumento original. Detrás de tan sorprendente ficción está Joan Roquer i Marí, un acaudalado propietario de la época que viajó a la ciudad del Guadalquivir por su luna de miel, quedó prendado del antiguo minarete y resolvió edificar una versión doméstica en sus dominios. Suerte que no era amante de la India, porque meter el Taj Mahal en su jardín vive la Macarena que ya hubieran sido palabras mayores.
Una de las estampas más majestuosas del Penedès llega en este enclave a orillas del pantano de Foix. El castillo medieval de Castellet i la Gornal, bastión condal de los primeros años de la Reconquista, se alza gallardo sobre las aguas y casi parecería que por él no hayan pasado los siglos, por obra y gracia de los millones de euros invertidos por la empresa Abertis en su reciente reconstrucción. Más allá de la fortaleza y su iglesia colindante se extiende un bosque vasto y enmarañado, en el que uno no debe adentrarse so pena de caer por un peñasco y quedar atrapado en un duelo entre moros y cristianos.CASTELLET I LA GORNAL
SANT MARTÍ SARROCA
Seguimos hacia el norte y, habiendo pasado Vilafranca, nos encaramamos a la colina de Sant Martí Sarroca, donde se viste de piedra blanca el más bello templo románico de la comarca, la iglesia de Santa Maria con su ábside del siglo XII, su torre renacentista y su cautivador interior desnudo. A buen seguro las ruinas esplendorosas de este cerro hicieron las delicias de los excursionistas del Romanticismo, hasta que en 1906 el insigne Puig i Cadafalch procedió a su profesional restauración. Un siglo después, la fama del conjunto debe de haber traspasado fronteras, porque aquel día acogía un bullicioso bautizo afroamericano, con una mujer con aires a Oprah Winfrey que le pegaba una bronca monumental a su marido por haberse dejado la cámara: No!! It's not ok!!!
SANTA MARIA DE FOIX
Nuestro último destino nos lleva a las alturas: sobre un imponente acantilado de 661 metros reposa desde hace siglos el Santuari de la Mare de Déu de Foix, un remanso de paz montañosa con vistas a todo el Penedès y con una insólita escalera rosada de peldaños partidos, que parece construida para duendes o liliputienses. Pero tras contemplar los paisajes dorados del atardecer, ya es hora de bajar a la tierra.
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