17 enero 2009

Ni contigo ni sin ti


JOSÉ ANTONIO MARINA

"La pareja se basa ahora en la autenticidad, en la realización personal: algo costoso, pues exige continua asunción de riesgos"

[Ulrich] Beck escribe: "Los contrastes entre los sexos, que emergen con la destradicionalización de la familia, estallan esencialmente en la relación de pareja. Su banda sonora y sus signos son las eternas discusiones o el silencio en el matrimonio; la huida a la soledad y de la soledad; la pérdida de la seguridad en el otro, al que de repente ya no sé comprende; el sufrimiento de la separación; la idolatración de los niños; la lucha por un poco de vida que hay que ganarle al otro y que sin embargo hay que compartir con él; la búsqueda de la opresión en las ridiculeces de la vida cotidiana, de la opresión que uno mismo es.

Se puede llamarlo: 'lucha de trincheras entre los sexos', 'retirada a lo subjetivo', 'época del narcisismo'. Ésta es exactamente la manera en que una forma social salta a lo privado".

Interpreto estas angustias como como efecto previsible de la caída de un sistema de legitimación, sin que haya sido sustituido por otro. La legitimación se busca [ahora] en la autenticidad, o en la realización personal, en último término, en la propia conciencia. Pero este es un mito de legitimación muy costoso, porque exige una continua toma de decisiones y de asunción de riesgos. Me recuerda aquella pregunta angustiada de una niña a su maestra: "Pero entonces, señorita, ¿hoy también tenemos que hacer lo que queramos?".


JOSÉ ANTONIO MARINA, 'LA PASIÓN DEL PODER' (2008)


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