Había que “abrir Barcelona al mar”, olvidando que existían barrios pescadores y que “miles de personas vivían literalmente en la playa”
Las políticas publicitarias sobre Barcelona llevan años proclamando la mediterraneidad de la ciudad y mostrando como un éxito “la recuperación” de su litoral marítimo. Barcelona –se ha repetido- ha vivido demasiado tiempo “de espaldas” a su realidad mediterránea y era urgente “abrirla al mar”. Curiosa afirmación, que supone olvidar que la ciudad había tenido barrios pescadores hasta hacía poco, empezando por la Barceloneta, pero incluyendo también esa trastienda ignorada que se extiende al otro lado de Montjuïc y que fue la Marina de Sants, con barrios marítimos como la Mare de Déu del Port y –antes de convertirse en un barrio de barracas- Can Tunis, después absorbidos, en los años sesenta, por la ampliación del puerto y el establecimiento de la Zona Franca.
Supone igualmente –y eso acaso es más grave- olvidar que, durante décadas, miles de personas vivieron literalmente en la playa, en los grandes asentamientos de chabolas del Somorrostre, el Bogatell, el Camp de la Bota, la Mar Bella, el Pekín. Pero esta subciudad de chabolas no existió nunca o aquellos que en ella vivieron no hace tanto por lo visto no eran auténticos barceloneses.
Por otra parte, esta debilidad a la hora de exaltar los valores marítimos no ha sido inconveniente para eliminar los entrañables chiringuitos de la Barceloneta. O para que la zona comercial del Hotel Arts, a la sombra de la gran escultura en forma de pez de Frank Gehry, devorara una buena parte del Passeig Marítim. O para que los hoteles y viviendas de alto standing y los hoteles de Diagonal Mar acabaran levantando entre la ciudad y la playa una muralla mucho peor que la que supusieron en otra época las abominadas vías del tren.
“¿Son muestras de ‘recuperación del mar’ agresiones directas contra el horizonte como el Imax Port Vell o el World Trade Center”
Por no hablar de las catastróficas consecuencias del Fórum 2004 sobre el litoral barcelonés, de dudosa legalidad a la luz de la ley de costas y denunciadas en su momento por Greenpeace por sus efectos sobre el medio ambiente. ¿Son muestras de “recuperación del mar” agresiones directas contra el horizonte como el Imax Port Vell, el World Trade Center –esa apoteosis del quiero y no puedo que está saturando el “modelo Barcelona”- que amputa la desembocadura visual de la Rambla, el nuevo edificio de la Catalana de Gas, que literalmente tapona la perspectiva desde el paseo de Sant Joan y el Arc de Triomf?
MANUEL DELGADO, ‘LA CIUDAD MENTIROSA. FRAUDE Y MISERIA DEL MODELO BARCELONA’(2007) / fotos: Pez de Frank O. Gehry en el Port Olímpic y cine Imax Port Vell (Barcelona)